jueves, 15 de julio de 2010

Pecera



Mira fijo la pecera electrónica que comunica a ese mundo virtual, lejano. ¿Debería atravesar el vidrio o mantener la monótona rutina de la vida acuática dentro de la pecera? Sabía de los peligros del mundo que allí afuera le esperaban, de las redes, de los mediomundos que podían apresarla al nadar, libre, en el mar abierto de la realidad. Lo sabía, sí. Pero era obstinada. Era impulsiva. Era aventurera, sobre todo.
Ya se había cansado de esas aguas saladas, costeras, con las que llenaban su diminuto hábitat. Quería conocer esos ríos no virtuales de aguas dulces, tan remotas.
Sólo bastaba dejar de observar la pecera. Sólo había que dar el primer salto hacia afuera e inspirar un poco de oxígeno.

10 comentarios:

  1. Dicen que todo es por algo. Y no, no es mi intención caer en el debate del dichoso destino que ya te hartó u.u

    Los impulsos...todo un tema.
    La curiosidad, otro.
    (y la ansiedad, otro xD)

    Me hablaste y me olvidé algo que iba a poner, pero seguro no era importante.
    (sí, ya sé que vas a querer saber qué era, pero bueno, conformate sabiendo que también me quedo con la duda jaja)

    besote, morocha...

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  2. Ya hablaste de destino y tendré que empezar a hablar a mi pesar jaja. Yo invertiría la frase "todo es por algo" y pondría que algo es por todo, o sea, pueden ser muchas las razones que determinan un hecho. Y ahí entramos nosotros, los seres humanos, como agentes activos: si existiera tal escritura mística de lo que nos va a ocurrir, a mí me gusta pensar que se pueden llegar a borrar esas palabras, arrancar esas hojas y escribir lo que uno realmente quiera y sienta. No siempre, lo acepto. Pero, si es posible, vale la pena intentarlo.

    Y bueno, definitivamente me dejaste con la intriga. Eso no se hace...

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  3. Dejá de invertir cosas que así empezó todo..
    (y ya te dije, nada es imposible..)

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  4. La gólgota hoy , es esta silla y esta pecera

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  5. No sé si nada, pero creo que casi nada es imposible. Ya lo comprobé, de hecho.

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  6. Sin miedo todo es posible, por ejemplo, el miedo de hablarle a una completa desconocida en un colectivo 132 que va por carabobo, ese día no habían miedos, o acaso algunos, muy pequeñitos, al otro día la vi a tu hermana, te contó? Sincrolocura

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  7. Sí, me contó; las casualidades de la vida!

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  8. Te parece? hay que ceer que sí, y es así.
    Lo que me llama la atención es que esta silla y esta pecera sean la gólgota, al menos yo, cuando me pongo a escribir parto desde ahí, desde el lugar de la calavera, no sé si la inspiración sale de ahí, o del mar, o del río... la calavera está con vida y escribe sin parar.

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